Respuestas al cap. 5 del Curso TPR

 Cap. 05.         LA HERMENÉUTICA DE LA SOSPECHA

Respuestas de Eduardo Soto Bordoy. Cádiz (España)

Después de su lectura, debátase en grupo lo que la teología ahí instrumentalizada tiene de principio verdadero y lo que tiene de función ideológica.  Aplíquese la «hermenéutica de la sospecha»[1]5.

Los “Requerimientos” fueron instrumentalizados ideológicamente.  En muchos casos, solo era un pretexto, para someter a los nativos indígenas, expropiarlos y obtener beneficios con el tráfico esclavista, los indios no entendían el idioma, los colonizadores hacían leer el “Requerimiento” simplemente por cumplir la formalidad, no les interesaba si el “Requerimiento” era escuchado o comprendido por los indígenas, bastaba con que fuera leído para justificar luego sus acciones violentas.  No obstante también encontramos abundantes casos que buscaron respetar las exigencias de justicia que estaban en las bases del procedimiento legal del «Requerimiento».  Destacaron también misioneros religiosos que fueron defensores de los indígenas frente a los abusos de los colonizadores.  Pero todo esto no evita el hecho de que se vea hoy a la Iglesia directa o indirectamente, como una institución que favoreció la opresión y la injusticia contra los indígenas.

Coméntese, luego, si las afirmaciones teológicas que se hacían eran realmente ortodoxas o heterodoxas, puramente religiosas o interesadas e «ideológicas».

La Iglesia no supo oponerse a la esclavitud, la permitió y la fomentó, incluso teológicamente; únicamente les preocupaba que los esclavos africanos no murieran sin bautizarse en su traslado en cautividad hacia América, después de bautizarlos los marcaban a fuego, ¡inhumano!.  La predicación posterior a los esclavos era en todo resignación imitando los sufrimientos de Cristo, la obediencia, la humildad, la paciencia, la sumisión a la voluntad de Dios.  Nada de fraternidad e igualdad de los humanos, de lucha por la justicia y por la libertad, ni la unión, la fe, la rebeldía y la esperanza.  La mayor parte de los religiosos no supieron escrutar los signos de los tiempos y carecían de sensibilidad suficiente para cambiar sus esquemas mentales, no captaron los desafíos ni les dieron respuesta profética, se dejaron arrastrar o se pusieron al servicio de la ideología colonizadora.

Hay sólo unas pocas premisas teológicas en este texto, referidas al ministerio de Pedro… (Mt 16,17-19)…

La Iglesia no puede ir en contra nunca de la dignidad de la persona.  El eje central de la acción política de la Iglesia de acuerdo con el Evangelio, es la Solidaridad con los empobrecidos.  La lucha contra la pobreza debe ser el centro de su acción política.  Por lo tanto, toda esa actuación de la Iglesia es contraria al Evangelio, la Iglesia no puede actuar de esa manera y el Papa a título particular aún menos todavía.  En el N.T. observamos que Pedro no está ni habla como particular, sino como miembro y portavoz de los doce.  La carta a los Efesios no dice que la Iglesia esté fundada sobre Pedro como fundamento, sino que los cristianos están “edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas” (Ef. 2,20).  Todos los apóstoles por igual recibieron esta gracia del Señor luego de su Resurrección (Jn 20,22-23).

Comentar este texto que expresa en síntesis una convicción filosófica propia de la época moderna: no hay un texto, una ciencia, una técnica… ni siquiera una doctrina religiosa o una teología que sean «neutros», puramente «objetivos», asépticos, apolíticos, sin ideología, sin intereses conscientes o inconscientes…

Ya lo dice el dicho “Nada es verdad ni mentira, todo depende del cristal con que se mira”  En estos casos el cristal es siempre la ideología propia, la del medio o del ambiente en que se vive, la cual nunca es neutra.  Mucho menos es neutro el sistema económico, que según se utilice sirve para explotar, despojar y acumular o para crear solidaridad, compartir y redistribuir mejor las riquezas.  Son conforme al Evangelio aquellas riquezas que se crean para compartir, poner al servicio de las personas y de la comunidad y que se invierten adecuadamente para que genere riquezas que beneficie al bien común y la justicia social.  Son contrarias al Evangelio las riquezas acumuladas, como decía San Jerónimo “Si eres rico, eres ladrón o hijo de ladrón”

  • «El que esté sin ideología, que tire la primera piedra», famosa intervención de Mons. Smith, obispo auxiliar de Lima, en la IV Conferencia del CELAM en Santo Domingo, 1992. Comentar.

¿Quién no tiene su propia ideología?  Todos tenemos consiente o inconscientemente una ideología.  Por el mero hecho de que somos “seres pensantes”, todos tenemos nuestro particular modo de ver la vida, nuestra propia ideología más o menos abierta o simplificada.  Desde el que no opina, y que con su abstención mantiene el “estatus quo”  Hasta los partidos políticos de corte liberal y conservador que se dicen no ideológicos, que se consideran así mismo solo como tecnócratas: solucionadores de problemas sociales y que se consideran como que no manipulan a la sociedad, como dicen que hacen las ideologías de izquierdas, con sus propuestas encaminadas a la transformación de la sociedad, basada en la solidaridad con los empobrecidos, con propuestas de justicia internacional, redistribución mundial de la riqueza, codesarrollo con los países pobres, acogida e integración de inmigrantes, planes de integración de barrios marginados y deprimidos, propuestas para reducir el desempleo y otorgar salario social y renta básica a las familias con jóvenes y adultos e paro, democracia económica y laboral en las empresas.

 

  • «La verdad, Pilatos, es ésta: ponerse del lado de los humildes y de los que sufren». Van der Meersch[2]10. Comentar. Esta frase está disponible en póster en los Servicios Koinonía (http://servicioskoinonia.org/posters)

La verdad pasa por el camino de la justicia y de la paz.  No existe verdadera paz, si no hay opción por las víctimas de la injusticia, que son los pobres.  Es toda una llamada que se nos hace a no convertir el pluralismo religioso en una cuestión de élites religiosas, que dé de lado a los empobrecidos que son los primeros que debemos de acompañar y el diálogo tiene que estar encaminado siempre a devolverles su dignidad de personas, la dignidad de hijos de Dios.


  • Ejercicio recomendado: El concilio de Lima prohibió la ordenación sacerdotal de los indios. Hagamos el ejercicio colectivo de imaginar qué razones teológicas y bíblicas pudo aducir para justificar su decisión. A la vez, «sospechemos» qué razones económicas, políticas, culturales… fueron también la causa de aquella prohibición de abrir el ministerio sacerdotal cristiano a los indígenas[3]11.

Creo que de acuerdo con el Orden Canónigo de entonces, establecido en Trento, a los indios no lo consideraban que pudieran estar preparados para poder ser sacerdotes, también se excluían a otras personas por el simple hecho de ser bajas de estatura.  Los indios también tenían limitada la comunión eucarística a Pascuas pero para poderlo hacer le exigían un permiso escrito del confesor.

IV.. Preguntas para reflexionar y para dialogar

-¿Cuál es tu propio balance de la historia del cristianismo respecto al tema del pluralismo religioso?  ¿Es otro que el que presentamos aquí?  ¿En qué aspectos? Comparte y dialoga con los compañeros/as.

Un paso importante fue el C.V.II en el que la I.C. dejó de estar de espaldas al hecho del ecumenismo y del diálogo interreligioso, pero eso es solo un punto de partida con muchas limitaciones por mucho espíritu de Asís que se le quiera echar.  Mientras que para el ecumenismo (religiones cristianas) Cristo es lo fundamental, para el diálogo con las religiones monoteísta (judaísmo, islam y cristianismo) Cristo es la piedra de tropiezo, el Dios que es uno y único, no es a la vez, el Trespersonas de los cristianos.  Por ello, habrá que coger otros caminos fomentar el diálogo de paz, cultura, derechos humanos, libertad religiosa y una ética mundial que facilite la convivencia pacífica.

 

-La palabra «ideología» es empleada a veces con sentido negativo y otras con sentido positivo.  Son dos sentidos distintos.  ¿Puedes distinguirlos?  Expresa la diferencia.

La ideología como manera de concretar una “utopía” o un proyecto de sociedad a favor de los empobrecidos, es positiva, así como cuando la ideología se hace cultura, es decir, el conjunto de valores sociales, ideas, creencias, sentimientos, representaciones e instituciones mediante el que la gente, de forma colectiva, da sentido al mundo en el que vive.  Pero la ideología cuando se utiliza por un partido o vanguardia, para oprimir, aumentar la desigualdad y reducir la libertad del ser humano y del pueblo es siempre negativa.  Asimismo es negativa cuando se utiliza por una élite, caudillo, mesías o dictador para conquistar el poder político.

 

-¿Qué se puede responder a la objeción de quienes tienen una visión muy idealista y piensan que si el Espíritu guía al Pueblo de Dios, éste no puede dejarse llevar por intereses mezquinos o incluso pecaminosos?

Dios ha creado al ser humano, como ser libre, por lo tanto con capacidad para elegir el bien o el mal, de tal manera que puede rechazar y negar a Dios y Dios ni su Espíritu podrán hacer nada por evitarlo. El ser humano puede negarse a aceptar la Salvación que Dios gratuitamente le ofrece.

 

-¿Es cierto que nuestros intereses nos influyen en nuestra forma de pensar? Comenta aquel refrán que dice «Vive como piensas, porque, si no, acabarás pensando como vives».

Efectivamente, es cierto, nuestros intereses son los que van a ir modelando nuestra forma de pensar, donde estén nuestros intereses va a estar también nuestro corazón, de ahí el dicho evangélico, no podéis servir a dos señores a Dios y al dinero.  El refrán “Vives como piensas…” es una llamada a ser coherentes, a saber vivir conforme con nuestras ideas y nuestros principios y no dejarnos arrastrar por la insolidaridad, el consumismo y los caprichos de una sociedad hedonista. Nuestra manera de pensar, de sentir y de actuar debe ser unívoca. Para ello la metodología del ver, juzgar y actuar, es la más didáctica.

 

-¿Se puede argumentar contra una doctrina o teología, no con argumentos teóricos sino apelando a sus efectos prácticos o sociales?  ¿No es una forma inadecuada de argumentar?

Toda doctrina o teología, que vaya contra el ser humano, o produzca daño en él o a la naturaleza, no puede ser aceptada como buena y positiva.  Toda actuación que no sea conforme a la razón es contraria a la naturaleza de Dios.

 

-Sólo para comenzar a explorar el tema: ¿qué afirmaciones teológicas o bíblicas han podido fungir, de hecho, como fundamento ideológico del patriarcalismo y del machismo en la sociedad y en la Iglesia?  Hacer un elenco.

La imagen masculina de Dios que se tiene, impone una concepción jerárquico patriarcal de Dios y del hombre, cuya dominación se justifica o apoya en una exégesis patriarcal de Gn 2-3: «Pues primero fue formado Adán, y luego Eva. Y no fue Adán el que se dejó engañar, sino la mujer que, seducida, incurrió en transgresión» (1 Tim 2,13-14).  La mujer pasó a ser sometida y anulada de su papel social en la comunidad  Pero en el movimiento de Jesús se establece una nueva forma de relación y vinculación entre hombre y mujer, ya sea como pareja, o como miembros de una comunidad.  La mujer ha tenido en la Iglesia un peso y un protagonismo que hoy en día no tiene.  Parece evidente que un sector de la Iglesia reclamaba la autoridad de Pedro y pedía la salida de la mujer del círculo de decisión; sin embargo, otro sector defendía el protagonismo de la mujer como un rasgo del auténtico seguimiento de Jesús.  La actual discriminación de género contra la mujer en la Iglesia no tiene su origen en Jesús y sus seguidores, sino en los contextos sociales y culturales en que se desarrolla el cristianismo y a los que se adaptó acríticamente la Iglesia, donde la mujer se consideraba como una propiedad del hombre.  Para la Iglesia, la mujer ha sido sobre todo un cuerpo destinado a la reproducción, existe una valoración negativa de la sexualidad en general y del cuerpo de la mujer en particular.  Es muy positivo el trabajo de muchas teólogas que hacen una interpretación de la Biblia desde la mujer, lo que destruye a la mujer no es Palabra de Dios sino tradición humana y tratan de rescatar la tradición silenciada de muchas mujeres en la Iglesia.


4. Cuestiones básicas.

  • ¿La Iglesia, como institución, tiene que cumplir y ha cumplido el sermón de la montaña?

Las Bienaventuranzas es la propuesta que Jesús hace para la felicidad que busca el ser humano, y que por sí solo no puede conseguirla, necesita de la comunidad de seguidores de Jesús, es la “utopía” a llevar a cabo en la Iglesia, para hacerla realidad también en la sociedad.

  • ¿Se puede ir más allá de la sospecha y desarrollar una “segunda ingenuidad”, desde los niños y los pobres?

Los niños y los pobres son los preferidos de Jesús, pero nos damos cuenta como los niños solo cuentan en la Iglesia para recibir sacramentos y los pobres para hacerle caridad. Por eso son con los que Jesús quiere formar la fraternidad basada en el amor mutuo juntos con los enfermos, los pecadores y todos son los que son marginados por la sociedad y las religiones.

  • ¿El cristianismo en su conjunto es una verdad para pensar y para actuar, en madurez o se ha convertido en un tipo de protectorado religioso de tipo violento y en un medio para ocultar la verdad? ¿Dónde y cuándo?

El cristianismo es una verdad que nos realiza como persona y nos hace dichosos, pero las religiones cristianas quieren acaparar, controlar y administrar la salvación que Dios nos ofrece.




[1] El texto en papel puede encontrarse en la Agenda Latinoamericana’92, pág. 18-19; en internet puede verse en el archivo de la Agenda Latinoamericana (servicioskoinonia.org/agenda/archivo/), buscando en el año 1992. O aquí:

servicioskoinonia.org/agenda/archivo/obra.php?ncodigo=6

[2] Alfonso COMIN, Misión Abierta 70 (marzo 1977) portada final.

[3]  Ver el dato del Concilio de Lima en MARZAL, Manuel, y otros, O rosto índio de Deus, Vozes, Petrópolis 1988, p. 202-203. También MARZAL, M., La transformación religiosa peruana, Pontificia Universidad Católica, Lima 1983, p. 322.